Todos los grandes proyectos gastronómicos iniciaron de la misma forma: con una simple idea que se fue desarrollando para darle paso a instalaciones, servicios, calidad y sobre todo reconocimiento de los clientes. Gracias a la industria gastronómica actual y el apoyo de la economía para que los emprendedores se lancen a crear un negocio propio en este sector, son cada vez más los restaurantes que nacen y se consolidan en el mercado, sin embargo, dicen por ahí que tener una idea es fácil, lo difícil es llevarla a cabo. Para que puedas cocinar tu idea y que nazca un restaurante, existen algunas claves que ninguna persona debe pasar por alto.
Haz de tu idea un concepto
Un factor fundamental para tener en cuenta al momento de planear la idea de un restaurante es definir su concepto. Esto no solo te va a servir para saber que tan viable es tu negocio en un lugar, sino que permite identificar el tipo de maquinaria, infraestructura y diseño interior que sería el que mejor se adecue para que tu idea se pueda materializar sin problemas.
Por ello, esta cuestión no es algo que se deba de hacer por medio de la improvisación o de manera aleatoria. En palabras simples, el concepto es el alma del restaurante y sin alma, esté estará vacío, literal y metafóricamente. Tomarse el tiempo para pensar, indagar, investigar, construir y adecuar cada aspecto permiten que poco a poco se conciba una identidad y un estandarte del cual se parte para los siguientes pasos. Si no estás seguro de lo que necesitas o te falta algo de inspiración, puedes darte a la tarea de revisar en Pinterest imágenes de decoraciones, platillos, ambientes y mobiliario para que tu imaginación se alimente y llegue a algo.
Siempre ten en cuenta el aspecto económico
Una vez en concepto este bien planteado, lo siguiente es pensar en el plan económico del negocio. No solo cuanto te costará llevar a cabo el concepto, también se deben de pensar en otras cosas como el alquiler, los ingresos que se proyectan a futuro, gastos de modificaciones, instalación, equipo, nóminas, materias primas, en fin, todo esto tiene que ver no solo con el gasto inicial, sino como se sustentara a partir de cierto tiempo y si es posible o no que después de cierto tiempo pueda mantenerse a flote el mismo.
Arrancando motores
Una vez aspectos de diseño, legales, financieros, laborales, de equipo y normas de seguridad estén en orden, un punto final para la labor de esta área es echar a andar un restaurante. Si bien en nuestro concepto el espacio es ideal para atraer a muchos clientes y hacerlos frecuentes con el tiempo, la realidad es muy diferente. Para que puedas darte a las personas correctas necesitas tener en cuenta una estrategia de comunicación clara, además de hacer una gestión comercial de valor.